Para saber cuánto vale su vehículo, debe incluir el mantenimiento. Vencida la garantía, arranca un taxímetro y hay muchas personas que al comprar un vehículo, nuevo o usado, no incluyen ese gasto.
Repuestos y mano de obra de los talleres son dos rubros rara vez tenidos en cuenta por parte de quienes están 'echando números' para comprar un vehículo nuevo.
Ellos saben que, al menos durante los meses y el kilometraje prometidos como garantía, el gasto del vehículo es 'pagable'. Caso distinto es adquirirlo de segunda mano, con más de los años o el kilometraje que da de cubrimiento la marca y que implica para el comprador decidir si continúa llevando el auto al concesionario o si prueba con su taller multimarca para aliviar costos.
En otras palabras, las sumas y restas que no incluyó el propietario original se le trasladan a este nuevo dueño, empezando por el de los repuestos, que en muchos casos desborda lo calculado.
¿Pero, por qué mientras el carro baja, sus partes suben? Lo primero a tener en cuenta es que, a diferencia del repuestero informal, que ofrece piezas provenientes de distribuidores igualmente informales, las partes y accesorios de las marcas y los concesionarios pertenecen a un stock que están obligados a tener, so pena de ser sancionados por la Superintendencia de Industria y Comercio.
Esto significa para el usuario la tranquilidad de que contará con un servicio posventa óptimo y para las marcas tener guardados millones de pesos en piezas (provenientes de los proveedores avalados por la casa matriz), devaluándose en sus bodegas.
Sobra decir que, tener repuestos parqueados deja de ser un negocio cuando la demanda no es la mejor o son piezas de baja rotación pero de obligatoria existencia.
Por eso le trasladan ese costo al usuario y por eso también tendrán siempre disponibles aquellas referencias de repuestos que más 'se mueven', bien sea por la demanda o bien porque el modelo que lo pide es muy exitoso.
También se debe tener en cuenta que, al lanzar un nuevo auto, este tiene que acumular un buen inventario de partes que por su juventud van a demorar mucho tiempo en moverse. Y eso cuesta.
Mercado no regulado Así como el vaivén del dólar o la competencia entre marcas y modelos incide en el precio final de los vehículos, no necesariamente sucede lo mismo con los repuestos. Cada marca tasa sus partes de acuerdo con las variables descritas arriba y son ellas las que deciden los márgenes de ganancia.
También les sucede que tienen repuestos comprados a una tasa de cambio mucho más alto que la actual y eso se refleja en el precio al consumidor final.
También les sucede que tienen repuestos comprados a una tasa de cambio mucho más alto que la actual y eso se refleja en el precio al consumidor final.
Así mismo, cuando los vehículos bajan porque hacen promociones de precio, es posible que compensen esa baja y aprovechen, ajustando los repuestos.
Esto es muy desventajoso para el comprador del segundazo, quien, aun con el vehículo más barato, verá como las partes siguen subiendo.
F eltiempo.com
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