Hace poco más de tres años, los colombianos se bajaron literalmente del bus gracias al boom de compra de motos, que superó ampliamente al de vehículos, al pasar de 53 mil unidades en el 2000 a 420 mil en el 2006.
Ese año quedó claro, además, que los nuevos compradores no eran renegados del automóvil, sino personas de niveles bajos de escolaridad que cambiaron el pasaje del bus por la cuota mensual de la moto (49 por ciento tenía estudios secundarios). La gran mayoría vio la oportunidad de usar su vehículo como herramienta de trabajo.
Desde entonces, el panorama ha cambiado en varios frentes: muchas de las marcas de CKD chinos que llegaron como arroz con productos 'golondrina' -es decir, motos que se armaron aquí, se vendieron y dejaron de importarse de un día para otro- les dieron paso de nuevo a las marcas tradicionales que ensamblan o traen sus motos (aun de países de oriente), pero con respaldo y garantías sostenibles. En otras palabras, el mercado empezó a madurar.
Mientras tanto, el país endureció las normas respecto a la emisión de gases, especialmente en Bogotá y las principales ciudades del país. Se instauró la revisión técnico-mecánica en el 2007 y el año pasado se prohibió la venta de motos de dos tiempos: hoy solo se permiten los aparatos con motores de cuatro tiempos, menos ruidosos y contaminantes.
Aquí vienen, entonces, las primeras recomendaciones para quienes pretenden comprar una motocicleta de segunda mano. Salvo que sea un vehículo de competencia o que pretenda utilizarla en una finca o en el municipio cercano a la ciudad, lo único viable es recurrir a una con motor de cuatro tiempos. Y segundo: compre marca reconocida, con respaldo y repuestos garantizados.
Pinta y papeles
Superado esta primer filtro, el siguiente paso es realizar una 'inspección documental', incluido el número VIN, el cual contiene 17 caracteres en cifras y letras en mayúscula (con excepción de 'I', 'O', 'CH', 'Q' y 'LL') y está grabado en algún lugar del bastidor del aparato.
También es clave verificar en la oficina de tránsito si el dueño está a paz y salvo en impuestos y si los datos registrados en la tarjeta de propiedad coinciden con los que tienen las autoridades. Soat, pago de multas y revisión técnico-mecánica deben estar al día como requisito para 'hacer papeles'.
En cuanto al look de la moto, es muy importante mirar con detalle la uniformidad de las soldaduras en el bastidor, que no presenten fisuras ni grietas pues de lo contrario significaría que tuvo un golpe considerable y puede no estar en condiciones de seguridad óptimas.
La pintura también delata maltrato: entre menos raspones, menos caídas y entre más original y 'entera', más posibilidades de que la hayan consentido durante sus primeros años de vida.
Un experto de la marca podría realizarle una inspección más profunda para determinar su correcta geometría, pues sabe que, al desmontar los elementos del bastidor, puede verificar chasís y subchasís. Del primero revisan su ángulo de caída y el del avance de la rueda delantera. Ambos son determinantes para la estabilidad y el confort de la moto.
Al tanque de gasolina se le deben verificar corrosiones internas y externas y al carenaje la presencia de fisuras. Los espejos retrovisores, el sillín, las direccionales, el tablero de instrumentos y el correcto funcionamiento de tacómetro y odómetro también delatan a su dueño.
La mecánica
La primera inspección debe ser visual, pues el motor está expuesto, lo que significa que puede presentar fisuras o golpes producto de caídas o maltrato del motociclista.
Si el motor es de enfriamiento por aire, lo recomendable es verificar que el estado de las aletas intercambiadoras sea perfecto; y si es de agua o aceite, es necesario revisar el buen estado del radiador, el motoventilador y el enfocador del radiador.
La verificación del kit de arrastre de la moto debe incluir los piñones traseros, cuyos dientes no pueden estar afilados o con forma de gancho y del disco trasero, que no presente alabeo. La cadena también debe estar en estado óptimo y si sus tuercas y tornillos están maltratados significa que estas piezas fueron intervenidas por manos inexpertas.
En las pruebas de fugas de compresión, el motor debe registrar alrededor de 150 libras por pulgada cuadrada y el sistema de escape tener los protectores originales, sin fisuras ni orificios y con niveles de ruido normales. Si se ve aceite a la salida del escape significa que el motor está en mal estado.
Suspensión y frenos
El buen estado de la suspensión se verifica por el rodaje de la moto (que debe ser suave) y la limpieza de los amortiguadores. Si estos presentan fugas de aceite y si el desplazamiento del émbolo es irregular, quiere decir que la suspensión no está en buenas condiciones. El estado de los resortes se comprueba fácilmente comprimiendo la suspensión: si está muy blanda o rebota mucho al soltarla, están pidiendo cambio.
El sistema de embrague no debe resistirse al avance, es decir, al accionarse debe transmitir buena potencia a la rueda trasera y la guaya no debe presentar hilos sueltos ni mordeduras. Si el embrague es hidráulico, es importante verificar que el sistema no presente fugas.
Los discos de frenos no pueden presentar rayones o mostrar canales, alabeo, fisuras o calentamientos exagerados. Las mordazas frenar bien, las mangueras sin fugas, las campanas sin deformaciones y las bandas en buen estado.
El recorrido del manillar debe dejar un juego libre de hasta tres milímetros al momento de frenar y los rines no deben presentar alabeos, fisuras, óxidos o ruidos durante el rodamiento.
Finalmente, las llantas no pueden tener golpes ni desgastes irregulares, ni despegues de la banda de rodamiento o protuberancias en la carcasa. Esto puede denotar el maltrato típico de motociclistas irresponsable: subida y bajada de andenes, paso por baches y destapados, etc.
Con información de Cesvi Colombia.
VERIFIQUE EL SISTEMA ELÉCTRICO
*Buena intensidad de la luz delantera.
*Haz de luz 4 por ciento por debajo del foco, al proyectarla en una pared.
*Correcto funcionamiento de luz trasera, stop y direccionales.
*Buen estado de cables y contactos.
*Ausencia de corrosión en la batería y buen estado de sus soportes y anclajes.
*Funcionamiento de los indicadores del tablero y su iluminación.
*Encendido inmediato del motor.
LAS MOTOCICLETAS 'CHINAS'
China, India, Tailandia, Indonesia, Corea y Taiwán son los principales proveedores de las motos de baja cilindrada vendidas en Colombia. Estas motos 'chinas' pueden ser de tres tipos.
1. Las de menos de 200 cm3 pertenecen a las marcas japonesas, que tienen plantas en Asia, India o países latinoamericanos como Colombia o Brasil. Esas motos llegan con el mismo nombre, la misma calidad y el respaldo, pero no son ensambladas en Japón, sino en algún otro país y tienen su parte de integración nacional.
2. Las marcas propias de países como China, India, Taiwán o Corea, las cuales realizan alianzas con las más grandes para lograr una buena representación y un servicio posventa garantizado.
3. Las motos genéricas, es decir, aquellas que fabrican en China por encargo y a gusto del importador. Son motos hechas a la medida, que llegan a nuestro país en grandes cantidades y cuyas marcas y referencias son producto de la imaginación del importador.
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