En una mezcla de ciencia ficción y posibilidades técnicas, Mercedes Benz construyó un carro ultrafuturista y ecológico denominado Biome, que sería un modelo único cuyas piezas estructurales se 'cultivarían'. Tendría un fluido que recogería la energía del sol para su propulsión y se reutilizaría al final de su ciclo como abono.
Así, los diseñadores de Mercedes-Benz, con sede en Carlsbad, California, sorprendieron durante el concurso de diseño del Salón de Los Ángeles con una visión revolucionaria de su automóvil, el Biome. Este es un prototipo que se integra de manera perfecta con el medio ambiente, pues nace de un 'cultivo', utiliza energía solar, no contamina y, al contrario, emite oxígeno y puede ser reutilizado como abono al final de su vida útil. Así por lo menos, está planteado de manera teórica y de cumplirse sería uno de los avances más grandes que haya hecho marca alguna en materia ecológica.
Lo real de este vehículo es que cumplió con los objetivos del concurso de diseño que eran tener un diseño impactante, la posibilidad de llevar cuatro pasajeros en una configuración de 2+2, ser muy seguro y confortable dentro de su tamaño compacto y que su carrocería pesara menos de 454 kilogramos.
De esta forma, el Biome conjuga las líneas de auto deportivo futurista con unas medidas compactas pues de largo registra un poco más de 4 metros y de ancho 2.5, lo que le da una buena presencia en la vía. Inclina la balanza apenas hasta los 384 kilos y en su interior se pueden acomodar efectivamente 4 personas, pero en una distribución estilo 'rombo'. Esto quiere decir que la posición del conductor es central, siendo la primera silla del carro. Más atrás hay dos asientos ubicados a los lados y la última silla va también en el centro pero atrás.
Sin embargo, los detalles tecnológicos, teóricos por el momento, fueron los que más impacto causaron por la conjugación de ideas y presupuestos teóricos. Así, se supone que el Biome es la simbiosis perfecta entre el vehículo y la naturaleza pues nace a partir de semillas de un árbol especial que se cultivan en un vivero de la marca y que se han manipulado genéticamente para que entreguen una madera especial ultraligera con la que se fabricarían las piezas, cuyo nombre científico es Biofibra, y que tendría la cualidad de ser más resistente que el acero pero más ligera que el plástico o el metal.
Además, la manipulación genética también involucra la capacidad de este material y de un fluido que llevaría en su interior, para recoger y utilizar la energía solar. El BioNectar 4534 sería el líquido encargado de esta labor y estaría en las ruedas, el chasís y algunos elementos interiores del carro, pero su tarea no solo sería la de proveer la materia prima de la propulsión de este auto, que sería eléctrico, sino que no emitiría gases contaminantes pues generaría oxígeno a la atmósfera. Tal cual como si fuera una hoja.
Incluso, las semillas podrían llegar a modificarse a petición del cliente si requiere formas o tamaños diferentes tanto en el interior como en el exterior del vehículo a partir de la combinación de componentes que se darían en los dos emblemas de la marca, ya que en la estrella de atrás se modificaría el exterior y la de frontal influiría en los cambios dentro del habitáculo.
Al final de su vida útil, el Biome de Mercedes-Benz puede ser transformado en abono o utilizado como material de construcción.
Este proyecto, que por el momento está en el papel, puede llegar a ser posible en un futuro y por el momento se convierte en la más extrema de las propuestas ecológicas para un futuro sostenible.
Lo real de este vehículo es que cumplió con los objetivos del concurso de diseño que eran tener un diseño impactante, la posibilidad de llevar cuatro pasajeros en una configuración de 2+2, ser muy seguro y confortable dentro de su tamaño compacto y que su carrocería pesara menos de 454 kilogramos.
De esta forma, el Biome conjuga las líneas de auto deportivo futurista con unas medidas compactas pues de largo registra un poco más de 4 metros y de ancho 2.5, lo que le da una buena presencia en la vía. Inclina la balanza apenas hasta los 384 kilos y en su interior se pueden acomodar efectivamente 4 personas, pero en una distribución estilo 'rombo'. Esto quiere decir que la posición del conductor es central, siendo la primera silla del carro. Más atrás hay dos asientos ubicados a los lados y la última silla va también en el centro pero atrás.
Sin embargo, los detalles tecnológicos, teóricos por el momento, fueron los que más impacto causaron por la conjugación de ideas y presupuestos teóricos. Así, se supone que el Biome es la simbiosis perfecta entre el vehículo y la naturaleza pues nace a partir de semillas de un árbol especial que se cultivan en un vivero de la marca y que se han manipulado genéticamente para que entreguen una madera especial ultraligera con la que se fabricarían las piezas, cuyo nombre científico es Biofibra, y que tendría la cualidad de ser más resistente que el acero pero más ligera que el plástico o el metal.
Además, la manipulación genética también involucra la capacidad de este material y de un fluido que llevaría en su interior, para recoger y utilizar la energía solar. El BioNectar 4534 sería el líquido encargado de esta labor y estaría en las ruedas, el chasís y algunos elementos interiores del carro, pero su tarea no solo sería la de proveer la materia prima de la propulsión de este auto, que sería eléctrico, sino que no emitiría gases contaminantes pues generaría oxígeno a la atmósfera. Tal cual como si fuera una hoja.
Incluso, las semillas podrían llegar a modificarse a petición del cliente si requiere formas o tamaños diferentes tanto en el interior como en el exterior del vehículo a partir de la combinación de componentes que se darían en los dos emblemas de la marca, ya que en la estrella de atrás se modificaría el exterior y la de frontal influiría en los cambios dentro del habitáculo.
Al final de su vida útil, el Biome de Mercedes-Benz puede ser transformado en abono o utilizado como material de construcción.
Este proyecto, que por el momento está en el papel, puede llegar a ser posible en un futuro y por el momento se convierte en la más extrema de las propuestas ecológicas para un futuro sostenible.
Ecología totalLa curiosa presentación de este modelo es que se hizo en el marco de un concurso que evaluaba el diseño, la seguridad y la ligereza de los automóviles. Mercedes fue más allá y presentó todo un proyecto de sostenibilidad, que incluso lo llevaría a tener sus propias plantaciones de semillas, árboles, centros de modificación de ADN y de reciclaje final para aplicarlos a toda la cadena que mueve su industria. Claro, en un futuro no muy cercano, porque por el momento lo único que toma el Biome de la idea de sus creadores son las fibras vegetales con las que se construyó gracias a las cuales obtuvo tan poco peso.
FRASES
Las ruedas 'crecen' por separado a partir de cuatro semillas y servirían solo como sostén, ya que este carro, en teoría, no tocaría la superficie.
La base de la idea del Biome es la fotosíntesis pues utiliza la energía del sol para su propulsión y emite oxígeno a la atmósfera.
F eltiempo.com
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