El Wrangler fue el sucesor del CJ, la versión militar de Jeep y competencia del Willys MB, miembro del ejército norteamericano en la segunda guerra mundial que rápidamente se convirtió en uno de los íconos pioneros del segmento de los 4x4.
Aunque con los años fue incorporando accesorios más exclusivos, su diseño siempre ha sido fiel a su idea de libertad y aventura y por generaciones se ha mantenido elementos como las puertas desmontables, el parabrisas plegable, anchos guardafangos, faros redondos simples y la parrilla de bastones, de siete ranuras.
Un clásico moderno
Sus grandes capacidades mecánicas y estructurales lo dejan sin rival entre sus competidores: cuenta con un potente motor de cuatro cilindros y 177 caballos, y tiene buenos ángulos de ataque (42 grados) y salida (31 grados) como de vadeo (88 centímetros), lo que lo convierte en un auténtico 'trialero'.
Además, al tratarse de un vehículo de trabajo, tiene capacidad de remolque de hasta 1.587 kilogramos.
Desde las primeras ediciones del Wrangler, el equipamiento interior siempre fue básico, pero con el correr de los años fue ganando en comodidad y tecnología. El de hoy incluye el programa electrónico de estabilidad, frenos ABS, sistema de control de tracción, sistema de mitigación electrónica de vuelcos y airbag 'multifase' para conductor y acompañante.
Posee además un sistema de desconexión de la barra estabilizadora delantera denominado Active Sway Bar System (ASBS), que mejora el rendimiento en situaciones extremas.
F eltiempo.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario