El poder de negociación que tiene cada distribuidor minorista determina, en gran medida, el precio del combustible para el usuario final. Sumado a ello, la nómina, los servicios adicionales (montallantas, lavadero, aceite...), los turnos y hasta las tiendas de específicos pueden marcar la diferencia.
En Colombia existen alrededor de 4.360 estaciones de servicio (EDS) que proveen todo tipo de combustibles, las cuales están ligadas a 15 distribuidores mayoristas (aquellos que 'ponen la marca'). "El 80 por ciento de ese mercado lo manejan las tres grandes (Terpel, Exxon Mobil y Chevron Texaco) y el 20 por ciento restante se lo reparten entre las demás", dice Edwin Bayona, asesor económico de Fendipetróleo, gremio que reúne 2.517 EDS de todo el país.
Según el experto, el tipo de contrato que se establece con esas grandes empresas influye directamente en el precio final porque el minorista calcula desde allí hasta qué punto puede alterar su margen de ganancia.
"Uno no puede comparar el poder de negociación de una gran superficie, como Carrefour, con la de un distribuidor con un lote arrendado y sin más servicio que el combustible -explica Bayona-. Pero no siempre el que ofrece más cobra más y no siempre es bueno acudir al más barato".
Todo depende
Mes a mes, el Ministerio de Minas determina la base a partir de la cual se debe cobrar por cada galón de combustible y, de ahí en adelante, el taxímetro del transporte, los impuestos, la pérdida de combustible y los márgenes de ganancia de los intermediarios empieza a rodar (ver 'Así engorda cada galón').
Ese combustible llega finalmente a un centro de distribución (en el caso de Bogotá es Puente Aranda) y a partir de allí arranca el periplo final hacia el minorista, el cual está obligado a pagar por el transporte del líquido hasta sus propios tanques.
Se sobreentiende, entonces, que mientras más cerca esté la EDS a los tanques de distribución, más barato será el combustible que vende, pues los costos de transporte se reducen. Pero no siempre es así.
En Bogotá, por ejemplo, las EDS ubicadas hacia las salidas occidental y norte (calle 80 y Autopista) suelen tener precios más ajustados que aquellas que se ubican dentro de la ciudad. "Eso tiene varias explicaciones, como que el suelo en Bogotá es más costoso (se paga más agua, luz, teléfono y predial) y que la competencia en las salidas es mucho mayor que adentro, es decir, hay más bombas a la redonda", explica el ejecutivo de Fendipetróleo.
Precisamente la presencia de competencia en un perímetro muy pequeño es la que obliga a las EDS a echar mano de la 'libertad vigilada' que las resoluciones del Ministerio de Minas y Energía 82438 y 82439 del 98 otorgó sobre la gasolina corriente y el ACPM, respectivamente.
Esa 'libertad' les permite ajustar su margen de ganancia sobre el galón de ambos combustibles, pero al ser 'vigilada', las autoridades pueden ejercer control sobre ellas para impedir que se pongan de acuerdo en el cobro de cada galón y creen lo que comúnmente se conoce como 'cartel de precios'.
La ley también contempla un régimen de 'libertad regulada', que el Ministerio de Minas y Energía creó para "ponerle un límite al margen de los minoristas (...) y evitar alzas excesivas en los precios del combustible en zonas donde no hay competencia y donde hay sobrecostos en transporte".
Específicamente se aplica para las capitales de San Andrés y Providencia, Guajira, Guaviare, Chocó, Caquetá, Casanare, Arauca, Amazonas, Guainía, Vichada y Vaupés, "al igual que en el resto de municipios de territorio nacional". Allí, el Ministerio les permite a los comités de precios definir los costos de transporte para llegar al precio máximo al público de la gasolina corriente en sus respectivas localidades.
Esto último ha sido un factor de influencia en el valor final de la gasolina corriente, pues el del transporte está tasado en 0,5 centavos de dólar (alrededor de 9,70 pesos) por cada galón que se lleva a la estación y, como lo demuestra Fendipetróleo, en Bogotá ese costo se ubica muy por encima: 26 pesos.
Los servicios extra
El transporte final también influye la capacidad operativa de la EDS, por eso se le obliga a manejar independientemente cada uno de los servicios que presta. En otras palabras, una cosa es la venta de la gasolina, otra muy distinta el lavadero de carros y otra la venta de comidas.
Estos servicios extra sin duda le sirven al dueño de la estación a 'cuadrarse' por lo que deja de percibir en el negocio de la venta de la gasolina, pero según Bayona, rara vez influye en el valor de su margen de ganancia de la gasolina corriente y el ACPM.
"Nosotros calculamos una venta diaria de 44 mil galones y un margen de ganancia por galón de 416,16 pesos, en promedio. Si usted multiplica estos dos valores, la ganancia es de 18,5 millones de pesos, muy por encima de los 21 millones de pesos que más o menos cuesta una EDS 24 horas con tres turnos de ocho horas. Por eso las tiendas de artículos y los lavaderos se han convertido en las fuentes de ingreso por excelencia de las EDS".
Pero, ojo: hasta en la gasolina lo muy barato puede salir caro, al menos por lo que perciben algunos de nuestros lectores, que han visto cómo, en algunas EDS 'baratas', la gasolina 'rinde menos'.
Esto sucede porque los surtidores deben calibrarse con un serafín cada vez que se salen de los parámetros para que cada galón sea de verdad un galón pero, como lo explica el experto, hay estaciones que las dejan descalibradas o las descuadran a propósito para compensar la baja voluntaria de precios.
"No es una práctica común, pero sí puede suceder porque el usuario no se da cuenta fácilmente que lo están 'tumbando' -explica Bayona-. Por eso la recomendación es evitar las EDS que venden demasiado barato, pues por costos es imposible que puedan bajar los precios tan radicalmente".
Todo lo anterior significa que la competencia no está en la 'marca' que representen la EDS, sencillamente porque los mayoristas no controlan los precios; depende de factores externos, como el sitio de Colombia en donde están ubicadas y en el barrio de la ciudad en que operan, además de los servicios que prestan, el tipo de combustible que ofrecen, la competencia a su alrededor, su cercanía a los centros de distribución...
Todo esto sin hablar del tipo de contrato que tenga el dueño de la bomba con el mayorista: distintos cálculos debe hacer un arrendatario que debe desembolsar alrededor del 30 por ciento de su margen de ganancia para pagar las obligaciones mensuales, que un minorista dueño del terreno.
Eso sí, sin importar el tipo de contrato que tenga, el dueño de la estación debe estar abanderado por una de las 15 distribuidoras mayoristas y, como tal, está obligado a seguir sus reglas de mercadeo y servicio, incluidas las tiendas de comidas, que tienen su propio nombre y manejan convenios que las EDS deben respetar.
Y LA SOBRETASA, ¿QUÉ?
Este impuesto fue creado para que los municipios tengan un margen adicional que deben destinar a obras de infraestructura vial. La ley permite un cobro máximo del 25 por ciento sobre el precio de referencia establecido por el Ministerio de Minas y Energía para la gasolina corriente y del 6 por ciento para el ACPM.
'ASÍ SE ENGORDA CADA GALÓN'
El precio de la gasolina corriente se va alimentando poco a poco hasta llegar a la estación de servicio.
Antes de llegar al mayorista...
1. Se calcula el ingreso al productor, el cual determina mensualmente el Ministerio de Minas y Energía.
2. Se le añade el IVA del 16 por ciento, de acuerdo con lo estipulado por la Ley 633 del 2000.
3. Se le aplica el impuesto global, que es un valor fijo anual establecido por la Ley 681 del 2001.
4. Se llega a una tarifa de marcación de los combustibles.
5. Se calcula la tarifa de transporte, que equivale al costo máximo de llevar el líquido a través del sistema de poliductos.
6. Todo lo anterior se suma y se obtiene el precio máximo de venta al distribuidor mayorista.
Antes de llegar al minorista...
7. El mayorista calcula un margen al distribuidor correspondiente al margen máximo reconocido a su favor: 8,5 centavos de dólar por galón, por las ventas de gasolina corriente y 9 centavos de dólar por galón para el ACPM. Aquí se tienen en cuenta factores como las inversiones en infraestructura, los gastos administrativos, pérdidas por evaporación y los costos de los aditivos. El precio se calcula teniendo en cuenta la TRM vigente para los primeros 25 días del mes anterior.
8. Se establece el precio máximo en planta de abasto mayorista (Puente Aranda, por ejemplo), sumando los primeros siete puntos de este paso a paso.
9. Se calcula el margen al distribuidor minorista, el cual aun no incluye el transporte desde la planta de abasto hasta la estación de servicio.
10. Se tiene en cuenta la pérdida por evaporación en la gasolina corriente.
11. Se le añade el transporte de la planta de abasto mayorista hasta la estación.
12. Una vez en la EDS, se llega al precio máximo de venta al público teniendo como base los cuatro puntos anteriores.
13. A ese precio se le añade la sobretasa, que para la gasolina corriente es del 25 por ciento del precio de referencia establecido por el Ministerio de Minas y Energía y para el ACPM es del 6 por ciento.
14. Los dos puntos anteriores determinan el precio de venta al público, y a partir de allí, las EDS hacen uso de las figuras de libertad vigilada y libertad controlada.
CIFRAS DEL MINISTERIO
1. La demanda del país es de 71 mil barriles por día de gasolina y de 89 mil barriles por día de diesel.
2. El 90 por ciento de la gasolina (64 mil barriles) y el 70 por ciento del diesel (62 mil barriles) se distribuyen a través de las estaciones de servicio.
3. El 70 por ciento de los anteriores porcentajes se mueve a través de EDS que aplican el régimen de libertad.
TIPS PARA AHORRAR GASOLINA
1. Mantenga el carro en óptimas condiciones de funcionamiento (sincronización, cambio de aceite, filtros, etc.).
2. Tanquee muy temprano en la mañana, cuando no haya calor excesivo para reducir la evaporación del combustible.
3. Evite llenar el tanque hasta el tope, así no se obstruye su ventilación.
4. Diseñe una 'hoja de ruta' para ir a la fija y no dar vueltas. La idea es trazar un recorrido ordenado de los sitios que va a visitar.
5. Esté atento a los informes del tránsito para evitar los trancones.
6. Esté muy pendiente de la presión de las llantas y su alineación y balanceo.
7. No 'caliente' el carro. Con solo 30 segundos es suficiente mientras se estabilizan los sistemas para empezar a rodar. Dejar el carro prendido en las mañanas no solo genera exceso de emisiones, también residuos de carbón en las cámaras de combustión. Malgasta el combustible y puede producir intoxicación (incluso la muerte) si lo hace dentro del garaje o sitios con poca ventilación.
8. Aceleradas fuertes y frenadas bruscas contribuyen a un mayor consumo de gasolina. No es necesario picar el carro para detenerse a unos metros de nuevo.
9. Evite cargar el vehículo con cosas que no necesita, pues la carga innecesaria hace que el motor trabaje el doble y consuma más combustible.
10. Cierre las ventanas, pues al llevarlas abiertas, aumenta la resistencia al viento y, por lo tanto, aumenta el consumo.
11. Si tiene que esperar a alguien, mejor apague el motor.
12. Es costumbre de muchos acelerar antes de apagar el carro cuando llegan a un sitio. Eso gasta gasolina inútilmente.
F eltiempo.com
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